La Calabaza del Diablo. Cultura y Realidad

Asistí el viernes 11 a la charla “Revista La Calabaza del Diablo: literatura, arte y cultura a fines de los 90”, que se realizó en la Biblioteca de Santiago. Estuvieron presentes el poeta Jaime Pinos, el periodista Rodrigo Hidalgo, el editor Marcelo Montecinos y a cargo de la mesa el poeta Raúl Hernández. Entre el público asistente destacaban el poeta José Ángel Cuevas, el escritor Ramón Díaz Eterovic, David Bustos, Roberto Contreras, Víctor Hugo Díaz, Gonzalo León...

No es fácil referirse a la importancia que tuvo y tiene, aún después de desaparecida, la existencia de una revista como La Calabaza. Su innegable aporte durante la enrarecida atmósfera cultural de los años 90 permanecerá siempre presente. ¿Qué es lo que la hacía diferente?, quizás sólo la pasión que uno sentía y palpaba en cada página, pasión que los panelistas recordaban ante cada pregunta durante la charla del viernes, muchachos recién salidos de la universidad, que se la juegan en una apuesta literaria con mínimas posibilidades de sobrevivir, en un Chile inmerso en las leyes de mercado y que no da ningún valor a las letras y la cultura.

Me siento muy ligado a la Calabaza. Mi primera colaboradora fue Elisa Montesinos, periodista de la revista en aquellos tiempos, y sus textos me ayudaron a llenarme de ánimo cuando el espíritu decae y uno malamente piensa que lo que hace no le importa a nadie.

Llegando a mi casa releo las antiguas revistas, y me convenzo, una vez más, que Hay que puro leer, y lleno de esperanza y aunque los tiempos duelan, Hay que puro escribir.