28 diciembre 2006

Guerreando por la web

El campo minado es Internet y la trinchera el blog
Javier García - Nación Domingo, 26 de noviembre de 2006.

Lo más probable es que si Rodrigo Lira viviera tendría un blog. También es posible que Raúl Zurita no se imaginara hace 20 años que uno de sus libros nacería motivado por conflictos literarios vía Internet. “Los países muertos”, última publicación del poeta, surgió a partir de los debates que se dieron en la página web www.letras.s5.com.

Comentarios que pasaron a punzantes ataques verbales. Y de ahí nacieron personajes, del poemario, sacados de “la farándula literaria” y mediática local. Patricia “la mesiánica” Espinosa, Álvaro “gordi” Bisama (DJ), Nelly “la turca” Richard, Camilo “hueca” Marks, Germán “Moby Dick” Marín y Diego “Telonero” Maquieira.

Sin duda que otro es el ritmo por estos días, comparado a la década de los ’30, cuando Pablo de Rokha, Vicente Huidobro y Pablo Neruda daban vida a la llamada “guerrilla literaria” (ver recuadro), donde cada uno enrolaba a sus jovencitos y les llenaba los bolsillos de granadas para que luego el jefe de ejército, por medio de la prensa, afilara los cuchillos para destrozarse.

Al parecer, los poetas de ahora no se juntan en los bares a discutir y desarrollar nuevos planteamientos estéticos, sino que se comunican por mail, y si es que discuten lo hacen a través del Messenger. Luego, la estocada vendrá por medio del blog, individuales trincheras, donde el campo de batalla es pixelado.

MATANDO POETAS A DESTAJO

Ganador del Premio de Poesía Revista de Libros 2006, el poeta Julio Carrasco se dedica a augurar en su blog “cómo morirán los poetas chilenos”. Por ejemplo, de Alejandro Zambra señala: “Un novelista le amarrará un embudo en la boca y le obligará a ingerir una dosis letal de Nescafé. Alejandro pedirá clemencia hasta el último momento, para gran deleite de su homicida”. De Carmen Berenguer afirma que morirá “a una edad avanzada y pesando 450 kilos, hará zozobrar una embarcación en el sur de Chile”. De Germán Carrasco asegura que fallecerá “de tétano, diez días después de intentar un harakiri”, y de Francisco Véjar cree que “se golpeará la cabeza durante un viaje en micro. Al final del recorrido lo echarán abajo creyéndolo borracho”. El autor de “Sumatra” suma y sigue.

Para Diego Maquieira, recopilador de “El oxígeno invisible”, antología poética de Vicente Huidobro, el tema de los blogs no le interesa y sentencia con humor: “Lo que pasa es que yo vivo en el siglo XIX, no tengo computador e incluso me perdí la guerrilla literaria del siglo XX”.

Y la autora de “La guerrilla literaria”, Faride Zerán, señala que “era habitual que la gente esperara la salida de La Nación, ‘El Diario Ilustrado’ u otros medios para saber qué le respondía Huidobro a De Rokha, o los amigos de Neruda a ambos. Es decir, se practicaba la diatriba como género literario”.

A pesar de que asegura no visitar blogs, Zerán cuenta que “los poetas mantienen la saludable tradición de sacarse la mugre utilizando toda la riqueza de nuestro idioma. Y entonces están los blogs, donde se baten a duelo e insultos. Habitualmente no entro en ellos, pero recibo en mi correo electrónico parte de estas escaramuzas criollas, que las disfruto enormemente y me permiten soslayar la lata”.

Alejandro Zambra

“He pensado hacer un blog de textos ajenos”

Tal vez todavía no los entiendo mucho. Sigo prefiriendo vagar por algunos sitios-sitios, como www.fotosencontradas.com.ar (donde se publican fotos perdidas en las calles de Buenos Aires) o revistas literarias como www.lanzallamas.com, donde se publica mucho y cosas muy buenas. De los blogs me gustan varios, en especial los de escritores más jóvenes, que repasan sus lecturas con honestidad y que escriben muy bien. Pienso en el de Pablo Toro, por ejemplo. He pensado en hacer un blog, pero de textos ajenos. Cosas encontradas, imágenes, pedazos, frases. Una especie de blog sin blogger o de antiblog.

Germán Carrasco

“En Chile hay demasiados intocables”

En Chile nunca se ha podido articular una revista, inclusiva y de bajo costo, que no pertenezca a un grupo. “Orfeo” en los ’50 y la ochentera “Piel de Leopardo” fueron las últimas excepciones. La falta de una revista o diario habla de la falla de coordinación, unificación de fuerzas, de ecumenismo, de la lucha de los grupos por posicionarse en el espacio cultura. En Internet visito la que me parece la mejor página de poesía: www.jacketmahazine.com, y un diario mural que hace Luis Martínez, “Letras5”, en donde él pone todo lo que sucede, opiniones, gente informada, viejitos envidiosos, jóvenes alharacos, alumnos despistados de universidades privadas, gente ultraconservadora, crítica genuina, opinión académica, periodística, etc. Lo demás no tiene sentido, ese juego de “dispárenle al muñeco” no sirve de nada. Sí funcionaría la crítica, pero en nuestro país hay demasiados intocables y es el papel y no la pantalla en donde tendría que salir el material en limpio.

Álvaro Bisama

“Es como una fiesta donde todos comparten sus links”

Tengo desde julio del año pasado el blog “El comelibros”, donde me encargo de subir columnas publicadas en “Revista de Libros”, entre otros textos, como de comentarios de historietas japonesas. Yo lo hice para tener una suerte de feedback con la gente que no sé si en el diario se puede tener tan claro, porque lo que menos pretendo es informar sobre mí mismo. Es como una fiesta donde todos comparten sus links.

Bruno Vidal

“Con blog o sin blog, se echa de menos la literatura”

Aquello de la guerrilla literaria es mísera mitología, un par de chuchadas y punto. Dios quiera que haya una guerrilla literaria de verdad en estas latitudes o en algún punto del hemisferio occidental, no la hay y no la habrá, ya nadie se reta a duelo. Por cierto, el blog es un formato que podría llegar a tener un valor de permisividad feroz, pero la raza es penca, no da, hay excepciones notables, pero el medio es muy limitado. Con blog o sin blog, se echa de menos la literatura, mucho ruido y pocas nueces. A la postre, en el blog se ha impuesto la impostura, las ganas de protagonizar el espacio a cualquier precio, prefiero que las personas me visiten en persona o me saluden en la calle. El blog despersonaliza la trama, le quita al cuento el ego de carne y hueso. En el blog de Dios no hay conversaciones con el demonio, no hay orgasmo sudoroso, no hay vida, pasión o muerte, no me imagino celebrando misa por blog o dar la paz por blog, hay hallazgos, no digo que todo el blog sea pura mierda, pero jamás reemplazará un puñete bien dado en el hocico del contrincante.