05 julio 2011

Apablaza, Labbé y Zambra: peleando en el extranjero



Hasta el momento, Formas de volver a casa, la última novela de Alejandro Zambra editada por Anagrama, lleva un mes en la lista de libros más vendidos en Chile. Y sigue cosechando buenos frutos. A sólo dos meses de su publicación simultánea en Chile y España, ya se confirmó que tendrá traducciones en Italia, Holanda y Francia. Además, será editada en Estados Unidos por Farrar, Straus & Giroux, la misma influyente editorial que ha publicado los libros más importantes de Roberto Bolaño en territorio norteamericano (2666 y Los detectives salvajes). Bonsái y La vida privada de los árboles, sus novelas anteriores, ya habían aparecido en Estados Unidos, pero en editoriales pequeñas y con un menor tiraje.

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El periodista Juan Carlos Ramírez revisa hoy en La Segunda las circunstancias que acompañan el camino a la apreciada publicación en el extranjero, en una editorial de peso, y que ilumine el podio del reconocimiento y del éxito. Conversa para esto con tres de los escritores de la nueva camada que acumulan fuerte experiencia en el tema.

Claudia Apablaza: Ha publicado en España y Perú la novela "Eme/A"-, para ella el único camino es "irse a vivir afuera". Ella desde hace un tiempo reside en Barcelona y desde allí organiza todo: entrevistas, escritura, su actualizado blog (claudiaapablaza.blogspot.com)

"Mandar manuscritos a España es una suerte de arribismo ridículo y bastante patético. En realidad, publicas en los países en que crees que tienes un diálogo cercano, una continuidad vital. Yo lo he vivido no como una experiencia de internacionalización, sino más bien como una experiencia de relaciones cotidianas con mis contemporáneos cercanos, al igual como me sucedía en Chile", explica.

Apablaza cree que la palabra "internacionalizar" le parece muy fría. "Lo que sucede es que te integras a la cultura de otro país y sus derivados y en esos casos suele suceder que terminas publicando o trabajando en los espacios en que te encuentras viviendo. Es más que una internacionalización, una forma de sobrevivir".

Alejandro Zambra partió como poeta y crítico literario. Aunque, como precisa en "No leer" (Ediciones UDP), esto último fue más azaroso.

Tras publicar en la codiciada editorial española Anagrama "Bonsai" (2006, y traducido al inglés para Melville House) y "La vida privada de los árboles" se convirtió en uno de los escritores latinoamericanos más elogiados.

Esto se potenció con el recién lanzado "Formas de volver a casa", también por Anagrama y la gira por Europa (incluyendo Cannes) donde acompañó a Cristián Jiménez en el estreno de la película "Bonsai", basada en su novela.

Sobre las claves para que un escritor nacional sea leído afuera reconoce que no sabe. Más allá de dedicarse a escribir, claro.

"Lo mejor es mantenerse fiel a las propias obsesiones. El resto viene o no viene, pero es accesorio. Es mejor que venga, pero si no viene, qué tanto. No es importante".

Carlos Labbé: "La verdad es que Chile no existe, es una ficción geopolítica de Santiago. El país es Santiago, y sus colonias son las ciudades y los campos de provincia desde Tarapacá hasta Isla de Pascua y Magallanes. Al mismo tiempo, Santiago es títere de las decisiones de Wall Street y de Madrid, pero siempre nos olvidamos que la mayoría de los escritores en Santiago son leídos desde afuera: la proveniencia de regiones les da una extranjería lúcida, agrégale a eso si tienen una conciencia de disidencia socioeconómica, de género, de preferencia sexual o cualquier otra".

Para Labbé, lo único que debe hacer un escritor chileno para ser leído "afuera" es publicar un libro. Se sentirá un inmigrante hasta que le ofrezcan pertenecer a la elite simbólica de Santiago y ahí empieza la siguiente mutación, a menos que rechace ese ofrecimiento y proponga construir su propia comunidad en Santiago o en regiones, explica.

"Recién ahí creo que alguna otra comunidad dentro de alguna otra nación extranjera le pondrá atención. No es necesario salir de Santiago para que te lean en otro lugar. Más bien es necesario entrar realmente en Santiago, romper la cultura del salón y proponer una nueva sociabilidad que inevitablemente llamará la atención aquí y en la quebrá del ají".