"Quisiera haber dicho", de Lorenzo Peirano
"Quisiera haber dicho" (La Calabaza del Diablo, 2010), de Lorenzo Peirano (1962), reúne poemas escritos entre 1995 y 2004, indicados en el libro como Parte I, y una Parte II con trabajos realizados en el período 2006 - 2009. Esta división cronológica es a juicio de este lector un hecho netamente referencial, pues el libro presenta en su conjunto una coherencia y fluidez que permite apreciarlo como una unidad sin fisuras.
Los poemas de Peirano desfilan en una atmósfera de pesadumbre y soledad. La muerte es una sombra que impone su presencia inevitable en la memoria, en la pérdida materna, el recuerdo de los amigos ya idos, los paisajes ya olvidados, la muerte que no acoge posibilidades de redención y que marca las palabras con una dolorosa resignación: Visitamos una casa,/ pero sus muertos acaban de salir;/ sólo un vivo nos recibe,/ una criatura, en la ocasión,/indiferente. Pero no estamos ante una escritura oscura, pesadamente fatal en sus presagios, puesto que la carga expresiva se desenvuelve en un sutil equilibrio de lo emotivo y lo racional, la sensibilidad y la desesperanza, en una mirada que vuelve hacia el pasado con controlada nostalgia, con la certeza de lo irrecuperable. Es este un dolor exteriorizado mediante una entrega íntima, introspectiva, casi confesional: Creíste en las palabras de los otros./ Contaste parte de tu vida./ Sombras de acacios en la noche./ Creíste en las acequias que arrastraban/ luces y amuletos. Sin embargo, este discurso desde el yo, transita sin obstáculos hacia lo colectivo y lo universal, precisamente por la autoridad que entrega la sinceridad del trabajo escritural, en el que se conjugan sentimientos y pesares compartidos por todos.
Esta opción poética sitúa a Lorenzo Peirano en un imaginario de recursos que se ubica en un espacio cada vez menos recorrido y visitado: el de la palabra justa, medida, aquilatada, precisa, instalada con exactitud en la idea y en la imagen, cumpliendo siempre un rol esencial e insustituible, lejos de los desbordes y los histrionismos excesivos. Nada sobra, nada falta en este libro, no hay un ladrillo que cambiar en esta casa.
1 Comments:
Excelente blog!
volveré a pasar... Saludos!
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